El hombre periódico 

 

José Luís Pastor (Barcelona, 1971) ha desarrollado su intensa carrera artística en Castilla-La Mancha y Andalucía. Actualmente vive y trabaja en Almagro (Ciudad Real). El pasado 2008 ganó el premio Cajastur del XXXIX Certamen Nacional de Arte de Luarca. Esta exposición de Oviedo pasará en primavera por Luarca y en otoño por Madrid.

Pinta José Luís Pastor al esmalte aerografiado sobre lienzo. El esmalte es una pintura compuesta por aceite y pigmento, de esas que es necesario remover y homogeneizar porque el pigmento y el aceite están emulsionados y se decantan en reposo, separándose en dos capas. Por su parte, aerografiar significa usar aerógrafo, o sea, un vaporizador. Hay muy poco color en la pintura de José Luís Pastor. Le bastan los grises y el claroscuro acentuado del blanco y negro para expresar su mundo. Construye figuras con papel de periódico y elabora toda una interpretación del mundo en que vivimos. Imágenes oscuras que recuerdan las fotografías del siglo XIX o las películas mudas y en blanco y negro del expresionismo alemán. Las imágenes nos dicen que el hombre actual de las sociedades avanzadas es un contenedor de información, un hombre-periódico, formado por titulares y comentarios que le invaden. Como el periódico necesita luz para ser leído y se lee en silencio y de manera individual, la bombilla es elemento sustancial de la información, una bombilla que puede ser también válvula de antigua radio o pantalla de TV. Es la primera paradoja, que la información te aísla del mundo, la bombilla caracteriza al hombre aislado. El misticismo mundano corresponde a la unión del hombre con el mundo mundial en algunos momentos cumbres de grandes catástrofes, donde la información nos invade y conforma todos nuestros sentimientos y pensamientos. Sabiamente, el autor echa mano de los mitos y nos presenta al hombre-periódico como Sísifo, Titán o Narciso. El hombre-periódico consulta al espejo, como la madrastra de La Cenicienta, y allí encuentra la respuesta reflejada.

José Luís Pastor mantiene con su pintura un mundo propio y lo desarrolla de manera coherente. Su pintura nos deleita y conduce a superar lo que el pintor critica. Porque el fondo de su crítica consiste en que tenemos multitud de informaciones diarias, pero no sabemos lo que pasa a nuestro alrededor. Porque el conocimiento es información valorada y digerida, organizada y estructurada en un conjunto con significado propio.

 

 

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© JOSÉ LUIS PASTOR CALLE